“Fue un encuentro caracterizado por la serenidad, la alegría y la comprensión recíproca sobre el pasado, el presente y el futuro”, relató a Radio Vaticana el Superior general de la Compañía de Jesús, padre Adolfo Nicolás SJ, contando el encuentro que mantuvo con el papa Francisco, el pasado domingo. Fue en la Casa Santa Marta, la residencia donde se alojaron los cardenales presentes en el cónclave, invitado por Francisco que lo esperaba en la entrada y lo recibió con el abrazo que se acostumbra entre los sacerdotes jesuitas.
A pedido del papa Francisco se tomaron algunas fotos y ante las disculpas del padre Adolfo Nicolás SJ por no conocer el protocolo, el obispo de Roma insistió en seguir tuteándose, como se acostumbra también entre los jesuitas. Asimismo el Superior general de la Compañía de Jesús le ofreció todos los recursos de los que dispone la Orden, dado que en su nueva misión podrá necesitar consejos, ideas, personas, etc.
“Me mostró su gratitud y lo invité para que nos visite en la Curia y almuerce con nosotros, respondió que lo hará con gusto”, cuenta el padre Nicolás, que luego añade “hubo plena comunión sobre varios temas tratados y estoy convencido de que vamos a trabajar muy bien juntos al servicio de la Iglesia y en nombre del Evangelio".
“Salí de la Casa de Santa Marta con la convicción de que vale la pena colaborar plenamente con Francisco en la Viña del Señor”, señala el Superior general de la Compañía de Jesús. Y cuenta que al final el Santo Padre lo ayudó a ponerse el abrigo y lo acompañó hasta la puerta, donde recibió un par de saludos más de los Guardias Suizos y de nuevo un abrazo, “un lindo modo de encontrar y despedir a un amigo”.
A pedido del papa Francisco se tomaron algunas fotos y ante las disculpas del padre Adolfo Nicolás SJ por no conocer el protocolo, el obispo de Roma insistió en seguir tuteándose, como se acostumbra también entre los jesuitas. Asimismo el Superior general de la Compañía de Jesús le ofreció todos los recursos de los que dispone la Orden, dado que en su nueva misión podrá necesitar consejos, ideas, personas, etc.
“Me mostró su gratitud y lo invité para que nos visite en la Curia y almuerce con nosotros, respondió que lo hará con gusto”, cuenta el padre Nicolás, que luego añade “hubo plena comunión sobre varios temas tratados y estoy convencido de que vamos a trabajar muy bien juntos al servicio de la Iglesia y en nombre del Evangelio".
“Salí de la Casa de Santa Marta con la convicción de que vale la pena colaborar plenamente con Francisco en la Viña del Señor”, señala el Superior general de la Compañía de Jesús. Y cuenta que al final el Santo Padre lo ayudó a ponerse el abrigo y lo acompañó hasta la puerta, donde recibió un par de saludos más de los Guardias Suizos y de nuevo un abrazo, “un lindo modo de encontrar y despedir a un amigo”.
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