sábado, 22 de julio de 2023

Qué significan las letras “JHS” de la venera de la Soberana Compañía de Loyola ¡Aquí te explicamos!

 


 


A menudo nos encontramos en los templos estas tres letras que, juntas, son tan famosas y forman un monograma. Podemos apreciarlas sobre todo en los Sagrarios, en los Altares o en todo lo relativo a la Sagrada Eucaristía. Pero, ¿sabes qué significado tiene? Con ocasión de la Festividad del Santísimo Nombre de Jesús, aquí te explicamos:

Su significado es muy sencillo: ES LA ABREVIATURA DEL NOMBRE DE JESÚS.

Hoy día se le ha dado diversas interpretaciones. La más conocida en el occidente es la siguiente:

Las siglas “JHS”, forman un acrónimo el cual proviene de la lengua latina y que significa: “Jesus Hominum Salvator”, palabras que, traducidas al idioma español, quieren decir: “Jesús Salvador de los Hombres”. Podemos también ver las siglas “IHS”, que significan exactamente lo mismo, aunque en este caso la primera inicial corresponda a “Iesus”, variante del nombre “Jesús”.

Dichas siglas hacen referencia a Jesucristo como hombre, a pesar de ser hijo de Dios, ya que como mortal es como bajó a la tierra para liberar al hombre de su pecado original y abrirle las puertas de la Eternidad.

De hecho, en hebreo, Jesús (Yeshua) significa "Dios es salvación" o “Dios Salva”.

Ahora, conviene meditar cada una de las tres palabras que conforman dicho acrónimo:

1. JESÚS.

Los cristianos vemos con reverencia el Dulce Nombre de Jesús, porque es el nombre que Dios reveló, por medio del Arcángel Gabriel, a María Santísima (Cfr. Lc 1, 33). Jesús en hebreo se pronuncia Yeshua, o Yoshua, que precisamente significa Salvador. Dios quiso hacerse hombre y tener un nombre propio, un nombre que hace referencia a su misión, pero también, un nombre que nos hace cercanos a Él.

Jesús es también llamado Jesucristo (uniendo el nombre de Jesús con la misión de ser el Mesías, el Cristo) y es llamado también en el Evangelio Emmanuel que significa “Dios con nosotros” (Cfr. Mt 1, 22-23).

De manera que el hecho de que Dios haya querido tomar para sí un nombre propio nos acerca mucho más a Él, que es, como decimos en el credo, verdadero Dios y verdadero Hombre.

2. HOMBRE.

Jesús, como dijimos, es verdadero y completo hombre. Asumió sobre sí toda nuestra condición humana, menos en el pecado. Es increíble el Amor de Dios hacia nosotros: El Creador decide compartir la misma condición que la creatura. Con eso, no solamente Cristo nos redime, sino que nos da una dignidad: la dignidad de ser hijos de Dios, gracias a su Hijo.

3. SALVADOR.

Esta es precisamente la misión de Jesús: Salvar a los hombres.

“Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único para que todo aquel que crea en Él, no perezca, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenarlo, sino para que el mundo se salve por medio de Él” (Jn 3, 16-18).

Dios, en su plan de salvación, decide realizarla por medio de la entrega de Cristo en la Cruz. Ciertamente no debió ser una decisión fácil para Dios, Nuestro Señor, porque entregó a su Hijo para ser sacrificado por los hombres. Pero Cristo resucitó y, precisamente, en la Resurrección está la salvación: la victoria sobre el pecado y sobre la muerte.

Que Jesús sea Hombre y sea nuestro Salvador (JHS), nos da una esperanza para caminar en la vida: nos da la fe para creer en su palabra y en su salvación. Y nos enseña su amor: Dar hasta la última gota de su sangre por amor a nosotros.

Pidamos al Espíritu Santo que nos asista para que seamos capaces de reconocer a Jesús como nuestro Salvador, como verdadero Hombre y como verdadero Dios.

 


La Legión de Loyola. ASCESIS. Reglas y prácticas encaminadas a la liberación del espíritu y el logro de la virtud.

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