domingo, 20 de abril de 2025

¡Felices Pascuas! Desde la SOBERANA COMPAÑÍA DE LOYOLA les deseamos a todos muy felices pascuas. Esperamos que la resurrección de Jesús colme de paz y alegría a todas nuestras familias.

 


El Señor Don Jesús de Nazaret ha resucitado. Felices Pascuas. Saludos, fuerzas y adelante.

El Cristianismo.

Jesús de Nazaret nació en Belén (Imperio Romano), siendo hijo de María y José. Más tarde, vivió en Nazaret “trabajando como carpintero”. Luego partió a recorrer Judea durante tres años propagando sus ideas, llamándose a sí mismo el Mesías (Cristo en griego = el Ungido) y el hijo y enviado de Dios, que los judíos esperaban desde los tiempos de la conquista babilónica para recuperar su independencia. Doce discípulos, los “apóstoles”, lo acompañaron durante ese tiempo y predicaron sus enseñanzas. Las ideas de Jesús molestaron tanto a las autoridades romanas como a las judías, quienes lo acusaron de conspirar contra Roma y, en la pascua del año 33, lo condenaron a morir crucificado, es decir, “clavado a una cruz de madera”.

Las enseñanzas de Jesús implicaban una verdadera revolución. Decía que todos los hombres son iguales ante Dios y que la salvación no dependía de la fortuna o de la práctica de ritos o ceremonias, sino de la fe y las buenas acciones de los individuos. Proponía la caridad y el amor al prójimo como normas de vida con relación a todos los seres humanos, incluso a los enemigos. La recompensa a los sufrimientos de este mundo estará en la otra vida, en el cielo al que se accederá tras el juicio final. Negaba el egoísmo, la hipocresía y la vanidad. Le quitaba el carácter divino al emperador al decir: «Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios».

Además, el Cristianismo venía a proponer una esperanza de cambio y salvación para los más pobres y olvidados “en una época de cruel explotación y desesperanza”. Jesús y sus seguidores predicaban sobre todo con el ejemplo, llevando una vida sana y solidaria, rechazando la riqueza y el poder y entregando sus vidas por defender sus ideas. La coherencia entre la palabra y la acción le valió la adhesión de mucha gente primero en Palestina y luego en todo el Imperio Romano.

Los discípulos de Jesús afirmaron que tras su muerte había resucitado y ascendido al cielo. Este hecho confirmaba para ellos el origen divino de Jesús. Estos primeros cristianos se organizaron en comunidades que carecían de jerarquías y donde todo se compartía. La ayuda mutua era la base de la vida en estas comunidades, a las que se accedía tras el bautismo. El nuevo miembro se incorporaba a la Iglesia (en griego ekklesía = asamblea) y se dedicaba a predicar las enseñanzas de Jesús.

El libro sagrado del Cristianismo es la “Biblia”, que está dividida en dos partes: Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. El “Antiguo Testamento” relata los acontecimientos ocurridos antes del nacimiento de Jesús de Nazaret, mientras que el “Nuevo Testamento” se refiere a los hechos a partir de su nacimiento, allí están los llamados “evangelios”.

La actitud de los cristianos, que se negaban a participar en las ceremonias oficiales en las que se adoraban al emperador como un dios y se le juraba fidelidad, fue condenada por las autoridades romanas que lanzaron feroces “persecuciones” en su contra. Los muertos que dejaron esas persecuciones se convirtieron en los primeros “mártires” del Cristianismo. Muchos de ellos fueron enterrados en redes de pasillos subterráneos que se extendían bajo la ciudad de Roma y sus afueras, denominadas “catacumbas”.

El emperador Constantino advirtió la importancia que había adquirido el Cristianismo, cuyos creyentes se multiplicaban a pesar de las persecuciones. Por eso decidió que era más prudente incorporar a los cristianos al orden social. Con ese propósito, en el año 313, promulgó el “Edicto de Milán”, que permitió a los cristianos predicar libremente su religión en el Imperio, levantar edificios para realizar sus ceremonias y ocupar cargos públicos.

Más tarde, en el 391, el emperador Teodosio sancionó el “Edicto de Tesalónica”, que proclamó al Cristianismo como religión oficial del Imperio Romano y prohibió el paganismo. Así, Roma se convirtió en la capital de un culto monoteísta (un solo dios), siendo la residencia del jefe de la Iglesia cristiana, denominado “Sumo Pontífice”.

Prof. Damián D. Reggiardo Castro.


San Ignacio Lazcano de Loyola fue en un principio un valiente militar, pero terminó convirtiéndose en un religioso español e importante líder, dedicándose siempre a servir a Dios y ayudar al prójimo más necesitado, fundando la Compañía de Jesús y siendo reconocido por basar cada momento de su vida en la fe cristiana. Al igual que San Ignacio, que  el Capitán General del Reino de Chile Don Martín Oñez de Loyola, del Hermano Don Martín Ignacio de Loyola Obispo del Río de la Plata, y de del Monseñor Dr Benito Lascano y Castillo, Don Carlos Gustavo  Lavado Ruiz y Roqué Lascano Militar Argentino, desciende de Don Lope García de Lazcano, y de Doña Sancha Yañez de Loyola.


APOSTOLIC JOURNEY TO CYPRUS (JUNE 4-6, 2010) BENEDICT XVI ANGELUS

  RECORDAR ES VIVIR "LEON XIV PAPA" ANGELUS Es tradición de la Iglesia rezar a mediodía a la Bienaventurada Virgen María, recordan...