Esto es precisamente lo que sucede en
la Compañía de Jesús. Bergoglio ha sido superior provincial y ha asimilado el
estilo. En el vértice de la Compañía los asistentes que rodean al GENERAL, y
que son nombrados por éste, representan a las respectivas zonas geográficas.
Las decisiones no se toman colegiadamente; decide sólo el GENERAL, con poderes
directos e inmediatos. Los asistentes no deben ponerse de acuerdo entre ellos y
con el general, sino que le aconsejan uno por uno, con la máxima libertad (...)
A principios de octubre los ochos se
reunirán con el Papa y le entregarán un paquete de propuestas. Pero quién
decidirá será él. Solo"
(Esta nota se publica en
"L'Espresso" n. 24 del 2013, y está disponible en los kioscos a
partir del 14 de junio, en la página de opinión titulada "Settimo
cielo" confiada a Sandro Magister)