La Caballería:
la Fuerza Armada al servicio de la
Verdad Desarmada. R.P. Alfredo Sáenz S.J.
La Madonna della Strada o Nuestra
Señora del Camino, es la Patrona de la Compañía de Jesús y la primera ante la
cual San Ignacio de Loyola y los otros fundadores de la Compañía oraban en
Roma. Su día conmemorativo ayuda a recordar a los jesuitas que son peregrinos,
inspirándose en uno sus fundadores que eligió ser llamado "el
Peregrino".
HISTORIA:
En el año 425, la familia Astalli
erigió un santuario a la Virgen María en el distrito siete de la antigua ciudad
de Roma. La Virgen de este santuario es a veces llamado la "Madonna degli
Astalli", o la "Virgen de la Astalli familia". A este icono se
le llamará Madonna della Strada.
La imagen original de esa "Virgen
del Camino" es un anónimo producto de la escuela romana realizada entre
los siglos XV y XVI. Antes que la Compañía de Jesús obtuviera la aprobación de
la Santa Sede, Ignacio de Loyola y sus compañeros fueron admirados por su celo
apostólico y buenas obras. La localización de los primeros jesuitas era una
pequeña iglesia dedicada a Nuestra Señora del Camino (Madonna della Strada),
donde Ignacio y varios de sus compañeros a menudo predicaban y celebraban misa.
Uno de los jesuitas iniciales fue un sacerdote diocesano llamado Pietro Codacio, que en 1539 se convirtió en el primer italiano a entrar en la Compañía de Jesús. Después de establecer la Compañía de Jesús en 1540, Pablo III dio la primera Iglesia a San Ignacio y sus compañeros en febrero de 1541.
El 22 de abril de aquel año, San
Ignacio de Loyola y sus cinco compañeros (Salmerón, Laínez, Broet, Jay y
Codure), los primeros jesuitas, hicieron los votos solemnes ante esta imagen de
la Satísima Virgen, a quien desde ese día la concen commo Madre de la Compañía
de Jesús.
Fue el propio Padre Codacio quien se
convirtió en el pastor de Santa Maria della Strada el año siguiente y, a
petición de éste la iglesia fue formalmente puesto bajo el cuidado de la
Sociedad en 1542.
Entre 1569 y 1575 debió de estar expuesta
en la cercana iglesia de San Marcos. En 1696 la capilla fue adornada con
mármoles, frescos y tablas que representan escenas de la vida de la Virgen y se
añadió una inscripción latina que recuerda a san Ignacio y a san Francisco de
Borja celebrando la eucaristía ante la Virgen.
A esta imagen san Ignacio y sus
primeros compañeros profesaron gran devoción: san Francisco Javier, apóstol de
Oriente; el beato Pedro Fabro, primer compañero de Ignacio, hombre bueno y
misionero en Europa; san Pedro Canisio, autor del catecismo y fundador de
colegios en Alemania; san Estanislao de Kostka, novicio enviado por Canisio a
Roma, que fue recibido por san Francisco de Borja, y san Felipe Neri. Todos
buscaban en María el consuelo y la intercesión de la Señora.
Nuestra Señora del Camino atrajo la devoción de los primeros jesuitas, así como muchos de los fieles. En 1568, el Cardenal Alessandro Farnese comenzó la construcción de la Iglesia Gesú de Roma, la Iglesia madre de los Jesuitas, en lugar de la iglesia donde se exhibía el icono, "Madonna della Strada". Concebida por vez primera en 1551 por san Ignacio de Loyola, el Gesù fue también el hogar del General Superior de la Compañía de Jesús hasta la supresión de la orden en 1773.
Cuando la Iglesia de Santa Maria della
Strada fue derrumbada para dar paso a la monumental iglesia madre de la
sociedad, la Iglesia del Gesù, la imagen de la Madonna della Strada consagrada
en la antigua iglesia se conservó en una capilla del santuario. La tradición
era que para conmemorar los santuarios y las iglesias que ya existían en las
tierras usadas para nuevas iglesias, se construían capillas dedicados a esos
iconos desplazados, dentro de la nuevas y más grandes iglesias. Por lo tanto,
en la Iglesia de Gesú se hizo una capilla a la "Madonna della
Strada".
LA IMAGEN DE NUESTRA
SEÑORA DE LA ESTRADA.
La imagen de la Virgen de la Strada es
un fresco de excelente factura de la segunda mitad del S. XIII y primera mitad
del S. XIV. Se trata de una representación iconográfica anónima de la Virgen,
aunque los elementos compositivos la sitúan en la escuela romana medieval; de
todos modos no se descarta la posibilidad de que pertenezca al círculo de
Cavallini, teniendo en cuenta que Madre e Hijo hay que atribuirlos a distintos
artistas. Ella aparece representada de medio busto, ataviada con un manto
dorado revestido a modo de seda que la envuelve, siendo visibles las líneas
doradas del Espíritu Santo. Con la mano izquierda sostiene al Niño, al tiempo
que la mano derecha se encuentra abierta hacia los fieles. La mirada es frontal
y el rostro sereno. La cabeza se halla coronada y circundada por el nimbo. En
conjunto, podemos afirmar que estamos ante una imagen de María como Madre y
mediadora de todas las gracias. El Niño aparece nimbado en forma de cruz. Su
postura recuerda al Pantocrátor. Su mirada es igualmente frontal y, como su
Madre, también presenta un rostro sereno. En su mano izquierda sostiene el
Libro de la Vida, mientras que la derecha aparece en actitud de bendecir. A la
izquierda de la Virgen quedan restos de la estrella dorada, siguiendo el canon
de la época, junto con las tres estrellas colocadas, en las dos espaldas y una
sobre la cabeza, que indicaban la fe en la virginidad de María.
RECONOCIMIENTOS:
La Imagen de la Virgen del Camino fue
coronada canónicamente en 1638, y es muy venerada por los fieles que la
visitan.
Dicho acto fue repetido en 1885. Ella es para la Compañía de Jesús la memoria de sus comienzos.
A causa de esta veneración el Papa León XIII, en 1890, concedió a los jesuitas
la fiesta litúrgica de la Virgen del Camino o della Strada, con misa propia
para el 24 de mayo. Como la Compañía de Jesús se propagó por todo el mundo, la
imagen y el nombre de Madonna della Strada se propagó también. Muchas capillas
jesuitas han sido nombrados Madonna della Strada, ayudando a fortalecer aún más
los lazos de la Sociedad a la devoción a la Virgen del Camino.
Y el 25 de septiembre de 1978 (AR XVII,
205) la Santa Sede otorga a toda la Compañía su misa y oficio litúrgico para el
mismo día como memoria libre.
Cte Pr DrCARLOS GUSTAVO LAVADO RUÍZ ROQUÉ LASCANO