El P. Arturo Sosa
SJ, Superior General de los Jesuitas, ha clausurado hoy el Año Ignaciano, con
el que la Compañía de Jesús ha conmemorado el 500 aniversario de la conversión
de Ignacio de Loyola. Y lo ha hecho con una invitación a “comprometerse con generosidad
en el servicio a los demás, con una entrega total”.
Así lo ha
expresado en la homilía de la Eucaristía que se ha celebrado este 31 de julio,
festividad de San Ignacio, en la Basílica de Loyola, junto a la casa natal del
santo y donde comenzó para él un nuevo itinerario de vida tras su herida en
Pamplona. La celebración la ha presidido Mons. Francisco Pérez, arzobispo de
Pamplona, obispo de Tudela y administrador apostólico de la diócesis de San
Sebastián y han concelebrado Mons. Santos Montoya, obispo de Calahorra y La
Calzada-Logroño, el P. Arturo Sosa SJ, superior general de la Compañía de
Jesús, D. Kepa Susperregi, párroco de Azpeitia, el P. Antonio España SJ,
Provincial de la Compañía de Jesús en España, el P. Cipriano Díaz SJ, asistente
del P. General para Europa meridional, y el P. José Javier Pardo SJ, delegado
de la plataforma de Loyola. Han asistido a la Eucaristía diversas autoridades y
representantes de la sociedad civil, entre ellas el lehendakari Iñigo Urkullu,
el diputado general de Guipúzcoa Markel Olano, la presidenta del Parlamento
Vasco, Barkatxo Tejeria, así como la alcaldesa de Azpeitia, Nagore Alkorta.