"...pero ahora, si se llegan a unir, fundir o combinar entre si el capitalismo liberal, comunismo y modernismo (como no es imposible), entonces se habra tocado fondo, "las profundidades de Satan", y ya estara hecha la cuna del Anticristo...
Lo que cumple es obedecer lo que manda el Papa y respetarlo en cualquier caso, como Pontífice y amarlo como persona, cuando merece ser amado.
Los defectos y los pecados personales son pasajeros, la función social del Monarca Ecleseástico es permanente.
Satán desapareció de allí al grito de Cristo: " Atrás, Satanás"; y quedó Pedro el Primado.
El Papa como Papa está en lugar de Cristo; como hombre será juzgado (gravemente) por Cristo y no necesita que nosotros lo juzguemos ni que lo andemos alabando a lo bobo".
R.P. Leonardo Castellani, comentario a Mateo, 16, 18. en Las Parábolas de Cristo, Itinerarium, 1960, pags. 206 y 207.